Un estudio reciente, liderado por la alianza Build For Efficiency, integrada por empresas punteras en el sector de la construcción como Aldes, Kömmerling, Soudal y URSA, ha arrojado luz sobre los impactivos beneficios de estas prácticas. Según este estudio, la implementación de medidas de rehabilitación energética en edificios, tanto plurifamiliares como unifamiliares, puede generar ahorros significativos en el consumo de calefacción y refrigeración de más de un 75%.
Los resultados del estudio sobre rehabilitación energética revelan un panorama prometedor: con edificios plurifamiliares logrando ahorros energéticos de entre el 43% y el 98%, y viviendas unifamiliares alcanzando entre el 31% y el 99%, se vislumbra un impacto significativo tanto en términos económicos como ambientales.
El análisis realizado abarcó las cinco zonas climáticas de España y tomó en cuenta diversas medidas de aislamiento y eficiencia energética. Por ejemplo, en viviendas unifamiliares se evaluaron mejoras como el aislamiento insuflado en fachadas y cubiertas, y la sustitución de ventanas tradicionales por otras de alto rendimiento. Estas mejoras no solo contribuyen a la eficiencia energética, sino que también mejoran significativamente el confort y la calidad de vida de los habitantes.
Este avance es especialmente relevante en el contexto de los ambiciosos objetivos de la Unión Europea para combatir el cambio climático. La UE, con su firme compromiso de alcanzar la neutralidad climática para 2050 y lograr cero emisiones en 2030, ha establecido directrices claras que abarcan desde el clima hasta las finanzas sostenibles, tal como se refleja en el Pacto Verde lanzado en diciembre de 2019. Estas metas, en línea con el Acuerdo de París, resaltan la importancia de las iniciativas de eficiencia energética en sectores claves como el inmobiliario, donde la reducción de la huella de carbono se convierte no solo en un objetivo ambiental, sino también en un imperativo estratégico para el desarrollo sostenible.
Las rehabilitaciones incluyeron el uso de materiales y tecnologías avanzadas, como aislantes de URSA, sistemas de ventanas de Kömmerling, soluciones de hermeticidad y sellado de Soudal, y equipos de ventilación con recuperación de calor y aerotermia de Aldes. Estas innovaciones han demostrado ser clave en la reducción de la demanda energética en los edificios.
Este estudio es parte de un plan más amplio de Build For Efficiency, orientado a fomentar la rehabilitación integral con criterios de sostenibilidad y el uso de materiales de alto rendimiento. Los resultados se compartirán con profesionales del sector en diversas ferias y eventos, con el objetivo de promover estas prácticas beneficiosas.
Además, el portavoz de Build For Efficiency, Peter Esselens, ha resaltado la importancia de aprovechar las subvenciones y ayudas disponibles a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO). Con un presupuesto de 3.420 millones de euros destinados a impulsar la rehabilitación residencial hasta 2026, es fundamental que los propietarios y gestores inmobiliarios no desaprovechen estos recursos.
Así que la rehabilitación energética en el sector inmobiliario español no es solo una opción, sino una necesidad inminente. Este imperativo cobra aún más relevancia a la luz de las recientes reformas y regulaciones impulsadas por la Unión Europea.
Para 2030, la UE ha establecido un hito crucial: todos los edificios de nueva construcción deberán ser neutrales en emisiones de gases de efecto invernadero. Este mandato representa un cambio significativo en la forma en que se abordará la construcción en el futuro cercano, poniendo un énfasis sin precedentes en la eficiencia energética y las energías renovables.
Pero la visión a largo plazo es aún más ambiciosa. Para 2050, se espera que todo el parque inmobiliario de la Unión Europea, no solo los nuevos edificios, alcance la neutralidad en emisiones. Esto implica una transformación masiva y profunda de las propiedades existentes, muchas de las cuales actualmente están lejos de cumplir con estos estándares de eficiencia energética.
La rehabilitación energética surge como la solución idónea para alcanzar estos objetivos. Las renovaciones que mejoran el aislamiento, la eficiencia de los sistemas de calefacción y refrigeración, y la integración de tecnologías limpias y renovables no solo contribuirán a cumplir con las normativas europeas, sino que también ofrecen beneficios económicos tangibles para propietarios e inquilinos.
En el marco de esta transición, la Unión Europea y los Estados miembros han acordado una serie de planes y hojas de ruta. Estas incluyen la reducción del uso de energía primaria en los edificios residenciales, con objetivos específicos para 2030 y 2035, así como la introducción de estándares mínimos de eficiencia energética para edificios no residenciales.
Los gobiernos tendrán cierta flexibilidad en la implementación de estas medidas, permitiendo adaptaciones a las circunstancias nacionales. Sin embargo, se hace énfasis en la renovación de los edificios más antiguos y menos eficientes, que a menudo son también los que albergan a los hogares con mayores dificultades económicas.
Para apoyar este proceso, se prevé el uso de certificados de eficiencia energética mejorados, proporcionando información clara y accesible para los ciudadanos y facilitando las decisiones financieras relacionadas con la rehabilitación energética. Además, se contemplan medidas de financiación que incentiven las renovaciones, con un enfoque especial en los clientes más vulnerables y los edificios con peor rendimiento energético.
