Barcelona enfrenta su peor sequía en 70 años, una situación que ha llevado a Aigües de Barcelona a adoptar una medida innovadora: el uso de agua regenerada. Este método no solo ofrece una solución para la escasez de agua, sino que también se alinea con la tendencia global hacia la sostenibilidad y la eficiencia de recursos.
El agua regenerada es aquella que ha sido tratada y purificada a partir de aguas residuales. A través de un proceso de depuración riguroso, se convierte en apta para usos no potables, como el riego, la industria y el mantenimiento de espacios públicos. Este proceso es crucial en la actualidad, ya que el 95% del suministro de agua de Barcelona depende de la climatología, con solo un 5% proveniente de la desalinización del agua de mar.
Desde febrero de 2022, Aigües de Barcelona ha implementado un programa de seguimiento semanal y ha logrado un ahorro del 7,6% en el consumo de agua. La empresa actualmente suministra 1.500 litros por segundo de agua regenerada desde la depuradora del Baix Llobregat hasta Molins de Rei, que luego es captada y reintroducida en la red de distribución.
El proceso de regeneración del agua es notablemente más eficiente en términos de costes energéticos en comparación con la destilación, y se está considerando su expansión a la zona del Besòs.
En un reciente encuentro con la prensa, los portavoces de Aigües de Barcelona subrayaron la urgencia de expandir el modelo de agua regenerada a la zona del Besòs. En este contexto, se propone una inversión sustancial de 1.500 millones de euros, financiada a través de los fondos Next Generation de la UE, para acelerar la construcción de una nueva estación de tratamiento de agua potable y una instalación para el proceso de regeneración.
"Nuestro objetivo es alcanzar la regeneración total del agua que consumimos, reduciendo nuestra dependencia de las precipitaciones", insistió Vidal.
Además, si esta iniciativa de Aigües de Barcelona, en colaboración con la Generalitat y la AMB, avanza, se espera que parte de esta agua regenerada se utilice en la agricultura, la industria y la recarga de acuíferos. Este enfoque se alinea con las directrices de la Comisión Europea, que antes del verano ya había instado a los países miembros a establecer protocolos de actuación para mitigar los efectos de la sequía.
Finalmente, es importante destacar un dato revelador en el contexto de la sequía y el uso del agua:
Las piscinas en España representan tan solo el 0,11% del consumo total de agua.
Eloi Planes, presidente ejecutivo de Fluidra, ha aprovechado su presencia en los medios para desmentir la idea de que las piscinas son grandes consumidoras de agua. Este dato es crucial para entender el panorama general del consumo de agua en España y refleja la necesidad de enfocar los esfuerzos de conservación de agua en áreas que realmente lo requieran.
Mientras que la regeneración del agua se presenta como una solución sostenible para la sequía, el sector de las piscinas, reconocido por su resiliencia y estructura de mercado saludable, también está llamado a desempeñar un rol activo en la promoción de tecnologías de ahorro de agua y energía, contribuyendo así a un enfoque más integral y eficaz en la gestión de recursos hídricos en España.
