Barcelona se moviliza: Desahucio a Anciana de 78 años por deuda de 88€ con un contrato de Renta Antigua

BARCELONA, 22 de noviembre de 2023 – En el histórico barrio Gòtic de Barcelona, una escena de solidaridad comunitaria se despliega frente a la amenaza de desahucio contra Blanca, una mujer de 78 años, por una deuda de apenas 88 euros. La anciana, que ha residido en su hogar durante más de medio siglo, se enfrenta a un desalojo que pone en tela de juicio tanto la justicia social como las prácticas especulativas en el sector inmobiliario.

Blanca, con un contrato de renta antigua, ha vivido en su piso desde los años 60, creando allí una vida plena de recuerdos y experiencias. Sin embargo, se vio envuelta en un conflicto legal cuando la propietaria del inmueble, una abogada que se dedica al alquiler de pisos turísticos, adquirió el edificio completo en 2010, sabiendo que incluía a Blanca con un contrato de renta antigua.

La deuda de 88 euros, originada por unas obras en el piso, se ha convertido en el foco de un intenso debate legal y social. Mientras que la propietaria sostiene que su acción está fundamentada en la ley y en su derecho a gestionar su propiedad, los defensores de Blanca argumentan que la medida es excesivamente dura y desconsiderada, dada la insignificante suma en cuestión y la larga residencia de Blanca en el piso.

La movilización ciudadana, liderada por la asociación Resistim al Gòtic, ha convocado a vecinos y activistas para evitar el desahucio de Blanca, un acto que consideran profundamente injusto y desproporcionado. Esta concentración ha atraído la atención y el apoyo no solo de la comunidad local, sino también de figuras públicas como el pianista James Rhodes, quien se ofreció a pagar 20.000 euros para resolver la situación, aunque su oferta fue rechazada por la propietaria, lo que ha intensificado el debate público.

El caso de Blanca ha suscitado un amplio debate sobre la especulación inmobiliaria y la vulnerabilidad de los inquilinos en contratos de renta antigua. A pesar de los esfuerzos de mediación y el claro apoyo popular, el proceso judicial ha seguido su curso, con un forense evaluando la salud de Blanca y los mediadores municipales intentando encontrar una solución.

Este incidente no solo resalta la lucha individual de Blanca por su hogar, sino que también simboliza un conflicto más amplio entre los derechos habitacionales de los ciudadanos y los intereses de lucro en el mercado inmobiliario. La historia de Blanca, en el corazón de Barcelona, se ha convertido en un símbolo de resistencia y solidaridad, instando a una reflexión más profunda sobre las políticas de vivienda y la protección de los más vulnerables en nuestra sociedad.